Hernán Bonilla
El debate sobre el firmazo
"El sábado 30 se desarrolló la jornada promovida por la Comisión Nacional por la Seguridad para juntar firmas para promover una reforma constitucional que busca varios objetivos. En primer lugar bajar selectivamente (para delitos graves y a criterio del juez) la edad de imputabilidad penal de 18 a 16 años. En segundo lugar crear el Instituto Nacional de Rehabilitación del Adolescente Infractor, fuera del INAU. En tercer lugar para que se mantengan los antecedentes de los menores infractores una vez cumplida la mayoría de edad. Y en cuarto lugar se agravan las penas de los mayores que utilizan a menores para cometer delitos. Vale la pena el repaso porque en estos días se han escuchado, por ignorancia o mala intención, distorsiones sobre lo que promueve la reforma. No voy a referirme al tema de fondo para enfocarme en el debate en que ha derivado que creo nos empobrece como sociedad.
Una primera constatación es que se han llevado a un grado de simplismo absolutamente inaceptable las posiciones sobre el tema. Se ha dicho por parte de quienes están en contra de las firmas, incluida la comisión creada para oponerse a la iniciativa, que lo que se busca es criminalizar a los niños, que se los quiere mandar al Comcar, que es una medida fascista, etc. Por otro lado también han existido acusaciones de tenor similar del otro lado, acusando a quienes están en contra del plebiscito de apoyar a los delincuentes o de falta de solidaridad para con las víctimas de la inseguridad.
Ninguna de estas acusaciones son ciertas. El origen del problema está en que la inseguridad es un problema que ha ido creciendo a lo largo de los años y que en este momento afecta de manera brutal a nuestro país. No lo creó el Frente Amplio, pero notoriamente ha sido incapaz de resolverlo o siquiera atenuarlo. La violencia desatada en los últimos días que ha costado la vida a comerciantes, personal de seguridad o víctimas circunstanciales nos golpea sobremanera y nos exige una respuesta. Y es por eso que firmar por la seguridad, como dijo Lacalle, se ha vuelto más que un acto de propuesta uno de protesta. Lo que propone la reforma no va a solucionar el problema de la seguridad si el Poder Ejecutivo a través del Ministerio del Interior no reacciona como debe hacerlo.
Hay cosas simples y con la que creo que la enorme mayoría de las uruguayos estamos de acuerdo. Debe haber un mayor número de efectivos policiales en la calle, patrullando y disuadiendo a los delincuentes. Las seccionales deben contar con mayor personal y tener mayor número de vehículos. El viernes por la noche la comisaría de Pocitos no podía atender llamados porque no tenía ningún móvil operativo ¿Cómo puede ocurrir eso? Es necesario invertir en mejor equipo, para que la policía esté mejor armada que los ladrones. Es necesario que la policía sienta el respaldo político a su acción y no el cuestionamiento. Es necesario que se patrullen las plazas y parques de la ciudad que actualmente son páramos de impunidad para cualquier actividad ilícita. Debe invertirse en inteligencia para seguir al gran delito y no para escuchas telefónicas. ¿Cómo es posible que la policía se entere de la existencia de un deshuasadero con 300 autos cuando tapa el cauce de un arroyo y no antes? Los menores internados no deberían poder escapar cuando y como quieren de los centros de reclusión. Para eso basta con sancionar a los responsables y poner una guardia perimetral que funcione. El presupuesto en seguridad se duplica bajo las administraciones frentistas. ¿En qué están gastando esos recursos?
Mientras no se tomen medidas en serio contra la inseguridad la protesta vía la firma va a seguir creciendo. No es la solución al problema, pero es la forma en que buena parte de la ciudadanía expresa su impotencia por una situación que ya no se soporta. No son mejores orientales los que firman o los que no, no son más solidarios unos u otros, no estamos enfrentados en dos bandos irreconciliables. Me consta que hay personas que firman que trabajan en organizaciones sociales que intentan rehabilitar menores infractores con amor y dedicación. Me consta también que hay personas que no firman que participan en mesas por la seguridad en sus barrios y buscan soluciones al problema. Hagamos el esfuerzo entonces de no olvidar que la inmensa mayoría de nuestros conciudadanos simplemente quiere vivir en paz y no fomentemos la violencia insultando al que piensa distinto."
Yo le agregaría en lo que refiere a la Policía, no solo que esté mejor armada que los delincuentes...sino que las Leyes los respalde a como actuar frente al menor infractor, porque hoy en día casi que diríamos que no los puede ni mirar.
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